Más de 25 años de un proyecto globalizador que nos integró como país al mundo pero excluyó a millones de mexicanos para cualquier posibilidad de movilidad o de eso que los gobiernos post revolucionarios llamaron “justicia social”.
Hoy vivimos una “pobreza viral” que se multiplica y reproduce. Se multiplica porque la recurrente pérdida del poder adquisitivo hace que aumente sin contención. Se reproduce en “los hijos de la pobreza”, pobres nacidos pobres y destinados a morir pobres por exclusión cultural, educativa, productiva, social y política, por inequidad en el reparto de la miseria.
¿Cuál es la solución? No sé, como la mayoría de los opinadores vemos el problema, desgarramos las vestiduras pero no tenemos idea alguna de cómo revertir la “pobreza recurrente”. Nos queda mantenernos en el señalamiento y la denuncia de esta “pandemia social” que a 6 de los primeros 10 mexicanos que usted vea el día de hoy, los ataca como virus incurable.