Bienvenidos a mi columna «Historia Regia», en donde compartimos anécdotas y datos históricos con todos ustedes.
Gracias por seguirnos, esperamos sus comentarios y opiniones-
El miércoles pasado en nuestro programa de televisión por internet, comentábamos las tradiciones religiosas de la Semana Santa. Recordábamos la seriedad con la que las abuelas tomaban las fechas a tal grado de apagar televisiones, radio, cerrar ventanas, tapar espejos y una que nunca podía faltar: una excelente variedad de comida y la visita obligada a los Siete Templos.
Esta tradición tiene un significado específico: recordar los siete lugares en donde estuvo Jesús antes de ser crucificado. Todo inicia en el Cenáculo, donde se lleva a cabo la última Cena, posterior a esto, sigue el recorrido en el Huerto de Getsemaní, donde al orar suda sangre y reprende a sus discípulos a ser fuertes ante lo que se aproxima.
Allí es apresado y llevado a la casa de Anás, donde interrogado y abofeteado. El trayecto continúo en la casa de Caifás, donde Jesús es escupido. Ya casi a la mitad de este doloroso recorrido llega a la casa de Pilato, en donde muchos falsos testigos le adjudicaban miles de delitos igualmente falsos.
Es enviado, (al no quererse echar una responsabilidad tan grande Pilato) con Herodes, quien se burla de Jesús pidiéndole que «le haga un milagro», excusando procesarlo asegurando que estaba loco. Esto significo que regrasaba a la casa de Pilatos, donde se dice quiso evitar la muerte de Jesús azotándolo e incluso proponiendo liberar a un preso por la temporada, poniendo a consideración del pueblo a Barrabas, un asesino de un soldado romano.
La historia la conocemos todos: Barrabas fue liberado y Jesús condenado.
El último lugar donde estuvo Jesús fue el Calvario, donde fue crucificado.
Otra de las tradiciones de Semana Santa es comer capirotada, sobre la cual nuestro amigo Juan Jaime Gutiérrez «El Conde de Agualeguas», nos platica que su origen se remonta a la época de los griegos y romanos, pero su preparación era muy diferente a la actual.
Se le ponía carne de cordero y de pérdiz, siendo sustituido esto en tiempos de la cristinadad por frutos secos y siendo humedecida con miel de abeja y aromatizada con clavo y canela..
Su nombre original era «almondrote» allá por 1477, pero fue cambiado a partir d e 1611 a «capirotada» por Francisco Martínez, cocinero de Felipe II.
Hay dos versiones de acerca del nombre capirotada:
1.- Por el gorro que llevan los penitentes en forma cónica.
2.- Por ser endulzada con piloncillo, el cual era vaciado en recipientes con forma de capirote.
Llegó a América con los conquistadores.
Espero tengan unos días de descanso y reflexión y que regresen el próximo lunes con muchas ganas a las actividades normales.
Felices Pascuas a todos.