Todos sabemos que Colón realizó los viajes que marcan el descubrimiento de lo que hoy conocemos como América.
Inició su viaje el 12 de mayo de 1492 y durante meses, hasta el 12 de octubre de ese año llega a las islas de lo que hoy son las Bermudas y donde a la primera que arriba le denomina San Salvador.
Bordeó las islas del caribe, incluyendo Cuba y la isla que conforman Haití y República Dominicana. Para retornar hacia Europa el 16 de enero de 1493.
Por sobre las versiones relativas a descubrimientos previos, la llegada de Colón al Caribe marca el momento de mayores cambios en el mundo, la expansión económica, apertura religiosa (por rebeldía) y desarrollo tecnológico basado en la necesidad económica y de las nuevas sociedades.
Sobre Colón y su origen hay un consenso, que es Genovés, sin embargo, autores como José Antonio Hurtado en «Colón y la carta Templaria» señalan que resulta inverosímil creer fuera ese su origen pues ni siquiera hablaba el idioma nativo;
«Los filólogos consideran que Colón hablaba una especie de mezcla de lenguas debido a haber navegado tanto tiempo, pero entre esas lenguas no estaba el italiano o el dialecto de Génova» (p. 15).
No sólo eso, Hurtado asegura que Colón planeó con mucho tiempo la forma de realizar su viaje, incluso, con la previsión de saber había tierras en el camino y no necesariamente buscaba llegar a las Indias.
Asegura: «en 1483 presentó su proyecto de navegación a Juan II de Portugal el rey Perfecto…», incluso cita la carta de Colón de 1505 al rey Católico Fernando de Aragón: «fui a portar a Portugal a donde el rey de allí entendía en el descubrir más que otro…» Colón, agrega «buscó su boda en 1478 como forma de acercarse a Juan II». Pero como señala Colón en su carta de 1505, «el portugués no quiso saber nada de ese proyecto que más tarde pactaría con los Católicos» (24-25).
El que saliera en su expedición del puerto de Palos se debe, según nuestro autor, a que Colón desconfiaba de la lealtad del rey Fernando y que éste quisiera hacerlo a un lado cuando lograra la encomienda; además que en Palos, por una vieja deuda con el rey, la población debía armar dos naves a costos de la población en favor de la corona real, lo cual resolvía parte de los costos del viaje.
En Palos conoce a dos piratas de amplio currículum: Martín Pinzón y Vicente Yáñez. Hurtado describe el primer viaje como una verdadera aventura de piratas y que si Colón no fue relevado del cargo es porque contaba con los conocimientos para la ruta de ida y vuelta.
Aquí cambia la historia, Colón tenía una carta de navegación, según el autor, con la cuál sabía cómo llegar a tierra firme; ese documento no era de origen occidental sino musulmán.
Colón era avezado en el conocimiento de la aritmética, cartografía y demás conocimientos de origen musulmán requeridos por la navegación.
Se presupone que este conocimiento también lo tuvieron los Templarios quienes en 1312, en una conspiración orquestada entre el rey Felipe IV de Francia y el Papa Clemente V; fueron perseguidos, disueltos como orden católica e incluso, asesinados.
Gracias al conocimiento de la carta de navegación musulmana, un grupo de Templarios pudieron salvarse migrando a lo que hoy es América, por lo cual, el mayor interés de Colón en su viaje, era reencontrase con los descendientes de los hermanos de la vieja orden.
Hurtado en su libro de investigación, que no es novela, abre la puerta a una nueva visión de lo que fue el mayor descubrimiento de la humanidad.
Incluso, abre la teoría de las conspiraciones pues se entremezcla el poder, el conocimiento, los templarios, los sefarditas y por supuesto la iglesia católica.
En este entramado de conspiraciones y traiciones, lo cierto es que para 1507, el alemán Waldseemüller dibuja el primer mapa del Mundo con América incluida, en el cual le otorga el honor del descubrimiento al cartógrafo Américo Vespucio, por lo cual hoy somos América.
