Como cada proceso electoral, este 2016 no fue la excepción.
En medio de un escenario inestable, con protagonismos, guerra sucia, despojos de ropa y escenas de telenovela que no salen ni en la rosa de Guadalupe, finalmente se llega a la etapa en donde hay ganadores y perdedores.
El mensaje es claro y contundente, y no es algo que se sepa de un par de años a la fecha. Este mensaje; visible y notorio, ocurrió durante el nuevo milenio. Hay quienes aseguran que su gestación fue durante la década de los noventa.
Los sistemas de conteo preliminar hoy indican que el Partido Acción Nacional vence en 7 de las 12 entidades en donde se renueva el Ejecutivo, quitándole al Revolucionario Institucional aquellas en donde era tradicional su triunfo, Tamaulipas, Quintana Roo y Veracruz.
Nada sorpresivo el triunfo para integrar el Constituyente en la Nueva Ciudad de México, pues MORENA se impone dejando a un lado al PRD y Movimiento Ciudadano. (Que en realidad son los mismos nada más que enojados)
El gran reto es y será para el Revolucionario Institucional. Pues ante próximas elecciones del 2018 pareciera ser momento de reflexionar y actuar.
Existe un enfadado general de los ciudadanos contra el partido que ha crecido y evolucionado con México. Aquel partido que trajo consigo las Instituciones y grandes oportunidades ante mercados internacionales, hoy sufre el desgaste y los errores de quienes lo han representado.
El actuar de los gobiernos se cuestiona ante parvos resultados y ganancias fortuitas. Nuevamente se necesita evolucionar pues hoy son otros tiempos, y la vigencia de quienes lideran ha caducado.
Hay nuevas opciones en el escenario político que pueden ser elegibles meramente por castigo. Cosa que no le vendría bien a México. Pues al menos en Nuevo León, el ejecutivo ha improvisado gobernar.
Dice una frase que “echando a perder se aprende” ¿Qué sorpresa nos esperará en un par de años?
Insisto, la película sigue rodando y hoy más que nunca el fenómeno está vivo… para renovar no va a alcanzar el tiempo, morir no debe ser opción, la evolución es lenta, pero con los cambios adecuados puede haber sorpresas.