En México existen siete partidos políticos nacionales, algunos de ellos con bases ideológicas definidas, otros sin rumbo. Considerando que la política se ha ideologizado, sería oportuno conocer el pensamiento político que guía a nuestros partidos.
El sistema político mexicano tiene su antecedente en las reformas constitucionales de Francisco I. Madero, en las que establece que los partidos políticos pueden presentar candidatos a los cargos de elección popular. Sin embargo, no es facultad exclusiva de ellos la postulación de candidatos.
Es en la Reforma Constitucional de 1946 cuando se convierte en exclusividad de los partidos políticos el registro de candidatos a los cargos de elección popular. Esto se mantendría hasta la reforma del 2014, en la que se abre la puerta nuevamente a los candidatos independientes o sin partido, con la exitosa experiencia del 2015 con el gobernador Jaime Rodríguez Calderón y el diputado local de Jalisco, Pedro Kumamoto Aguilar.
Ambos se convirtieron en íconos del independentismo para luego sufrir la debacle electoral en 2018, al incumplir su compromiso de no ´´chapulinear´´. En ninguno de los casos, el candidato definió su ideología política en campaña.
Comentamos en este espacio ayer que el arribo del presidente López Obrador renovó la visión ideológica en las campañas políticas y, como lo expuso Carlos Urzúa, en el gobierno federal también.
La existencia de ideologías claras en los partidos políticos y candidatos es importante porque define la forma en la que enfrentarán los problemas políticos, sociales y económicos dentro de sus funciones públicas.
El valor de las ideologías ayuda a presuponer el perfil de los candidatos y las propuestas de políticas públicas. Por ejemplo, en educación la derecha apuesta por las privatizaciones, mientras la izquierda a la gratuidad en todos los niveles educativos. Este no es el espacio para calificar cuál es mejor o peor porque finalmente ambos enfoques sustentan los beneficios de sus propuestas.
Entre los siete partidos existentes (PAN, PRI, PRD, PT, PVEM, MC y Morena), el reconocido como partido inminentemente de derecha es el PAN, aunque en sus documentos básicos no lo explique tal cual. Se sustenta en el individualismo; esto le diferencia de las izquierdas, las que con frecuencia proponen estados robustos y ponderan la colectividad por sobre los individualismos.
El PRI se define en sus documentos básicos como heredero de la Revolución Mexicana, de pensamiento ideológico socialdemócrata que asume la democracia social en el liberalismo igualitario. Habrá que revisar si la ideología socialdemócrata es lo mismo que la democracia social, y si a su vez son coincidentes con el liberalismo igualitario, lo que sea signifique esto.
En síntesis, es el PRI que en la presidencia de Beatriz Paredes se definió como socialdemócrata, en los primeros años de Peña Nieto se definió como pragmático, en su asamblea del 2017 vuelve a la socialdemocracia.
Del Partido Verde no pudimos encontrar su ideología, pues el sitio web oficial registrado ante el INE está caído; vaya ni portal tienen. Aunque se conoce que sus causas son ambientalistas y que se inserta en las nuevas tendencias políticas de encabezar causas.
Morena en sus documentos básicos no expresa una tendencia ideológica explícita. Se conceptualiza como contrario al neoliberalismo y al igualitarismo, sin que esto signifique un pronunciamiento ideológico, aunque en sus discursos, el presidente ha definido su ideología como de izquierda.
Sobre el PRD y el PT es pública su tendencia ideológica a la izquierda.
El partido Movimiento Ciudadano, que en su pasado se denominó Convergencia, de acuerdo a su sitio web, en sus documentos básicos se autodefine como socialdemócrata, con tendencia progresista que acepta el sistema de libre mercado como la mejor forma de organizar la producción de bienes y servicios.
Movimiento es un partido socialdemócrata, progresista y de libre mercado, si es que estos tres postulados pueden cohabitar en una misma ideología política, pues el libre mercado en la praxis se vincula más con los partidos de derecha.
La política mexicana regresa a la lucha ideológica. Sin embargo, algunos de sus partidos políticos siguen en la indefinición o al menos sin la clarificación expresa de su tendencia ideológica.