Vivimos en tiempos donde el hombre y la mujer pugnan por alcanzar la igualdad de oportunidades, oportunidades que sin duda llevan un cúmulo de historia.
Las enseñanzas que en casa se imparten, son parte fundamental para la persona que seremos el día de mañana, pues dan una visión de lo que puede ser correcto y lo que no.
Cuando crecemos y alcanzamos la adolescencia estamos llenos de buenas y malas decisiones, decisiones que nos marcarán el camino y nos harán madurar y reflexionar sobre la vida. (Hay quienes dicen que no hay que tomársela tan enserio, finalmente no saldremos vivos de ella) no obstante las decisiones se toman y debemos responsabilizarnos de ellas.
Recientemente han salido tres casos que en lo particular llaman mi atención; por un lado aquel par de jóvenes captados en una taquería local; otro par captados en una playa al sur del país y finalmente el caso más reciente, un suicidio en un estado ubicado al noroeste del país
En dos de los tres casos anteriores el factor que ha dado de qué hablar es la mujer. Las redes sociales se han encargado de humillar y denigrar públicamente a las damas que luego de (aparentemente tomar malas decisiones) muestran al mundo un lado que pareciera ser extrovertido, con desbordamientos de exhibicionismo y que hoy diría un viejo colega la opinión pública crucifica.
Leía un blog que habla del como en la actualidad cada pareja establece sus propios consensos para vivir de una manera más equitativa (algo que desde luego estoy de acuerdo) no obstante deja de ser equitativa cuando la mujer cae en excesos y es señalado por la sociedad tachando a esta de machista (ya que al hombre no se le señala).
¿Me pregunto si resultaría más placentero si juzgáramos por igual a ambos? ¡Seríamos la sociedad muy equitativos! ¿No?
Contrario al tercer caso en donde un hombre decide terminar con su vida ante miles de espectadores y luego de más de 3 horas de charla con rescatistas, trascendió entre otras cosas, que en el motivo había una mujer. (Vídeo hoy viralizado en redes sociales)
Seguramente no entenderemos el sentir de las personas al momento de tomar la decisión que hoy los coloca a la vista del mundo. Teorías habrá de sobra, pero la responsabilidad de hacer o no hacer “el video del verano” es individual. ¿Serás o no parte?
Debo terminar aclarando que para mí no existe belleza más sublime que la delicadeza de una mujer. Y más aún digno de admirar que su entrega, su trabajo y esmero. Quien a su lado tenga una dama, ámela y apóyela pero sobre todo, ¡no tomen malas decisiones!
