El estudio de la historia, como otras disciplinas del conocimiento se subdivide en ramas o especializaciones del conocimiento. Lo mismo se estudia la historia política de los pueblos como la microhistoria, la historia económica y la llamada historia social.
Junto a la historia política la historia biográfica son las más socorridas por quienes historiografían. Tanto porque se estudia a los líderes que transforman la sociedad como por la exaltación del ego de los personajes historiografiados.
Hay biografías obligadas de personajes que trascienden su tiempo y espacio, como Napoleón o Juárez; otras de interés como la de Steve Jobs y unas más porque el morbo motiva conocer los entretelones de personalidades públicas como sería el caso de Elba Esther o el Chapo.
Existen biografías apócrifas, no autorizadas y oficiales o autorizadas. Como dice la máxima de las biografías. Está la que escriben los amigos «aduladora»; la que escriben los enemigos «desgarradora» y la verdadera.
El caso de la entrevista a El Chapo se inscribe en el estudio histórico. En las ramas de la Historia del Tiempo Presente y la Historia Biográfica. La técnica utilizada es la entrevista directa al personaje, recurriendo a la memoria oral y el testimonio; un documento inacabado, con sólo una visión de los hechos, que responde más a la necesidad de reconocimiento, la personalidad extrovertida y las vanidades del personaje. Un documento al que se puede calificar de poco profesional derivado del perfil de los entrevistadores.