Durante la pandemia, dedicaré la columna Política e Historia de los sábados a temas históricos de impacto social y político, para la próxima semana, si así les parece, escribiré sobre la muerte de Venustiano Carranza por su próximo centenario luctuoso en mayo, por el momento recordemos los virus que han causado caos en México y en particular en Monterrey durante el actual siglo.
En el primer lustro del siglo XXI Monterrey se vio atacado por una epidemia del virus de influenza, causaba una fiebre muy alta, atacaba a los pulmones y provocaba una neumonía tal que hubo casos de muerte.
Hubo caos, inicia la vacunación contra la influenza, se aplica en principio a personas de la tercera edad, con enfermedades crónico degenerativas, niños, personal médico y maestros, estos últimos grupos por estar en alto riesgo derivado del contacto con personas.
El municipio de Monterrey, donde laboraba, aplicó la vacuna a sus empleados, era otoño del año 2004. Como a otros tantos, la reacción fue terrible, desencadenó alergias y una temporada invernal desastrosa.
Superamos como sociedad el pánico de ese virus vinculado a la gripe o un resfrío, quedó como herencia la vacuna contra la influenza que se aplica cada temporada.
En la primavera del 2009 surge de la nada -una expresión- la llamada influenza porcina en el estado de Veracruz, se le denominó así porque es un virus común entre los puercos, el cual, gracias a una mutación, infecto, se dice, el 11 de abril a una menor, de ahí a otras zonas de México y EUA.
En sus primeros días se le quita el nombre de porcina y se le denomina H1N1/09, la industria porcina estaba en crisis, la gente dejaba de comprar esos alimentos ante el desconocimiento, fue el primer ramo de la economía que se postró ante esa influenza.
Se le denominó de alta peligrosidad, el presidente Felipe Calderón ordenó suspender clases y otras actividades económicas, el mundo cerró la entrada de mexicanos a sus países, EUA prohibió la llegada de cruceros turísticos a las costas caribeñas, el país tuvo una debacle económica no memorable.
Nuevo León vivía una de sus campañas electorales más intensas, el joven Rodrigo Medina disputaba la gubernatura al adulto mayor Fernando Elizondo; la influenza porcina fue determinante en el rumbo que tomaría la contienda electoral.
Paralizadas por una semana, la economía y las campañas electorales, se dijo que el cubrebocas y el gel antibacterial contribuían al no contagio, Medina sale a las calles a repartir cubrebocas y gel, Elizondo se va al museo con su nieto, esa gráfica derrumbó su campaña que en julio confirmaría su derrota.
Por vez primera, los cubrebocas escasearon, el gel desapareció y se difunden instructivos para preparar el gel, finalmente se informó que en ausencia del antibacterial, el uso de alcohol era adecuado.
Entre el verano y otoño del 2016; en Nuevo León se desata el contagio por el virus del zika. Otra variante de las gripas o neumonías provocada por un virus y el cual se transmitía por contagio del piquete de zancudo.
El zancudo que transmite el dengue también es responsable por transmitir el chikungunya y el zika; en el sureste del país hubo caos por contagios de chikungunya a tal grado que se afectó el turismo de la zona; en Nuevo León, el zika hizo estragos, pero el actual gobierno de Jaime Rodríguez Calderón negó las cifras, escondió los números bajo el argumento de no provocar pánico generalizado.
Una persona cercana en la familia fue diagnosticada con zika, sin embargo, en el papel tuvieron que ponerle neumonía atípica no identificada o algo por el estilo porque se impedía diagnosticar al zika.
El contagio era en extremo peligroso, fiebres que rondaban los 40 grados durante más de 72 horas, el paciente que superaba ese tiempo se podía considerar fuera de peligro.
En los casos de variantes de gripa, influenzas, o como los especialistas le llamen, hubo condiciones similares, no existían medicamentos para los pacientes en la seguridad social y la autoridad negaban las cifras reales.
Desde principios de año el mundo enfrenta al Covid-19, México aparece en las cifras oficiales como uno de los menos afectados. ¿Las cifras son las reales o como antaño, sólo las oficiales?