Un lector envía un correo con la pregunta ¿Qué le pasa al presidente, se le va el avión? Mi respuesta fue: seguramente eso es lo que más quisiera en estos momentos, que se vendiera el avión.
Entiendo que la pregunta fue en un sentido figurado, pues anexó parte de la nota donde anuncia que si no se vende lo puede ofrecer en rifa con boletos de a 500 pesos cada uno.
Dos cosas admiro del presidente López Obrador por sobre mucho: su capacidad de posicionar la agenda de medios y la dureza de cuero para asumir los desgastes por algunas decisiones.
No creo que las mañaneras estén funcionando, pero declaraciones como la de la rifa son excepcionales.
El asunto del avión vuela cuando la más generalizada de las crisis sociales puede causar mella donde se ubica el voto duro del partido en el poder, los pobres. El arranque del Instituto de la salud para el bienestar (Insabi) es un desastre reconocido en voz de sus operadores.
El Insabi nació tuerto, cojo y mudo. Terminan tajantemente con el seguro popular y crean este organismo sin reglas de operación, sin rumbo y sin transparencia –lo que más presume el actual gobierno–. Se habla que será fuente de empleo para decenas de miles de mexicanos, pero no explica que esas plazas, en su mayoría, serán las que dejan los más de 50 mil corridos a quienes dejaron fuera en un levantar la mano de los diputados, desaparecen del organigrama burocrático al seguro popular y, por consecuencia, a sus empleados.
Frente a una crisis donde la mejor respuesta es decir que en un año será gratuita la atención médica a los pobres, todo parece cuesta arriba, necesitaba el gobierno un distractor, ¿qué mejor opción que el avión presidencial?
Lo del avión es una fortaleza en la imagen del actual gobierno, es un emblema de derroche, lujos vergonzantes e insensibilidad. El golpeteo por no venderlo es mínimo, para muchos de los de a pie es preferible que se oxide, se pudra, se corroa guardado en un hangar, algo así como utilizar palacios y residencias en el incipiente socialismo soviético; similar a los vandalismos de la revolución mexicana en las haciendas, un desquite al oprobio.
Es evidente que el avión difícilmente se venderá a algún gobierno, es igual a la casa del corrido, aquella que se vendía porque en ella el personaje fue engañado por la ingrata, ¿cómo respondió el comprador en el corrido?, «…ni dada la quiero».
Los gobiernos latinoamericanos están igual o peor que México en su economía social, sería la tumba para el presidente quien adquiera un avión emblema del desprecio al pueblo.
Los países desarrollados ya tienen su avión o por cultura democrática no necesitan uno así. Sólo quedan empresarios globales a quienes pueda interesar, es el caso de un postor coreano. ¡Ah! Aún existe la salida de la rifa entre amigos de a 500 pesos el boleto. ¡Más barato que los de la casa del Te..!
Faltó creatividad al equipo de AMLO, pudo copiar la fórmula a su personaje histórico insignia y convocar al pueblo a donar arracadas, anillos y otras alhajas para cubrir el costo, como lo hiciera Cárdenas con la expropiación de Pemex.
Al presidente no se le va el avión, por el contrario, es muy hábil y sabe poner en la agenda de comunicación política del fin de semana el asunto sin mayor trascendencia.
Debemos reconocer que la genialidad en los memes es para la cátedra universitaria. Pero AMLO tiene resistencia para eso y más, está calculado el impacto, seguro estará divirtiéndose con el ingenio derrochado en redes, con ello bajó el termómetro a la crisis del fallido sistema de salud.
Algo en lo que nadie ha reparado es las razones reales del por qué desaparecer el seguro popular por un Instituto. Si el asunto es la corrupción, encarcelar y despedir son soluciones. No se derrumba una casa sólo porque requiere cañería nueva. Algo hay de trasfondo.
Es importante recordar que los institutos pertenecen al gobierno descentralizado, paraestatal; eso les permite autonomía en su administración, incluyendo créditos y otras acciones financieras. ¿Será que para allá va todo?
Con esta tragicomedia sólo puedo recordar la película ¿Dónde está el piloto?