Monterrey, NL, a 23 de marzo del 17.
Distinguida Señora mía,
Doña Sofía, seguro conoce el crimen del púber que fue secuestrado y asesinado a pesar que sus padres pagaron 150 mil del rescate. (S/Datos, 2017). Sucedido hace unos días, es un hecho que conmociona a la sociedad porque revela nuestra fragilidad, nuestros miedos y nos coloca en empatía con la familia afectada.
Éste como otros similares los denomino crímenes que conmocionan, porque derivado de su impacto emocional nos sacuden a los miembros de la sociedad.
Sé estimada señora, no es un artículo agradable, pero es parte de nuestra historia presente, corresponde a esa parte de la historia social que aunque no la queremos vivir, altera en un grado, el rumbo de la sociedad.
Uno de los casos que conmocionó la sociedad regiomontana en su momento fue el secuestro del niño Villarreal a quien raptaron al salir del colegio en octubre de 1986; tenía 9 años y aunque se pagó el rescate los secuestradores lo victimaron. “Fue secuestrado en octubre de 1986 cuando salió del Colegio Regiomontano Contry, ubicado al sur de la ciudad. Los captores fueron Juan Carlos Pedrón Kury y Jorge Bochkavior Futivo, alias “El Ruso”, éste último un uruguayo de alta peligrosidad dado su elevado coeficiente intelectual de 160 y su comprobada sangre fría”. (mikemarroquin.blogspot.mx, 2017).
Casa de la familia Castrillón
Otro crimen que conmocionó, ya en el siglo XXI, es el de la adolescente Nassar. Anita y Julio Castrillón eran amigos y vecinos, él de 16 y ella de 13 años. (Flores, 2002) El crimen lo realizó en su domicilio, donde ambos convivían escuchando música; luego le sepultó en el patio de la misma casa y le cortó un dedo.
Este crimen duró en la memoria de la comunidad por semanas, quizá meses y se volvió polémico porque el padre del menor delincuente había sido legislador y era funcionario del gobierno estatal en el área de educación. Fue un caso polémico, derivado de la multiplicidad de información o de desinformación, la sociedad se partidizó. En toda reunión se hablaba del crimen y surgían los posicionamientos a favor o en contra de una de las versiones. Finalmente el delincuente pagó su delito.
Otro de los casos polémicos y que dividió a los miembros de las familias fue el de los niños Peña Coss. Erika y Diego Santoy eran novios; ella de 18 años y Diego de 21 vivieron la peor pesadilla que la sociedad había conocido hasta el momento.
Casa de la familia Peña Coss
“Un nuevo hecho de sangre conmovió ayer a los regiomontanos luego de que un joven, presuntamente resentido por un rompimiento sentimental, acuchilló a su ex novia y asesinó a dos de los hermanos de ella, de 3 y 7 años de edad, en la Colonia Cumbres Segundo Sector.” (Alvarez y Lizcano, 03). Las víctimas fueron dos hermanos de Erika, un niño de 7 y una menor de 3; la misma Erika resulta con una lesión de suma gravedad en el cuello que casi le cuesta la vida.
La abogada defensora, logró que la sociedad se dividiera y un amplio sector de la población viera en la ex novia y también víctima, a una cómplice de Diego en los hechos, el otro sector de la población se mantuvo en la indignación contra el joven y su familia.
Finalmente, doña Sofía, en la lista de crímenes que conmocionan en este momento de nuestra historia presente, es el ocurrido en el colegio americano del sur de Monterrey. Acontecido la mañana del 18 de enero de los corrientes; un joven introduce un arma en el salón de clases y dispara contra compañeros y alumnos, finalmente se suicida. “Federico de 15 años, disparó en su salón de clases contra tres compañeros y su maestra, de 27 años.” (Reyes, 2017).
Imagen de los hechos en el caso Peña Coss
Sin conocerse el motivo, la sociedad prefirió hacer como que ignora lo ocurrido pues un video de la cámara de vigilancia del aula, reveló como en 36 segundos el joven de 15 años disparó a maestra y compañeros, recarga el arma y se dispara él mismo. “El menor fue identificado por las autoridades como Federico Guevara Elizondo, de 15 años de edad. Las víctimas son Cecilia Cristina Solís, de 27 años, junto a dos alumnos de 15 años, y uno de 14.” (Franco y Villegas, 2017).
Como usted ve doña Sofía, son crímenes que conmocionaron a la sociedad regia, se convirtieron en los que (Cohen, 2002) llama pánicos morales porque se hospedan en la memoria colectiva y se consolidan derivado del impacto noticioso que se reciben y de la penetración en las emociones de cada persona. Sabemos que no serán los últimos casos –lamentablemente y acepte mi adjetivación-; pero no podemos negar que estos casos, todos ellos, convulsionaron a la sociedad, la trastocaron e influyeron en la escala de valor y la percepción de subsiguientes delitos de alto impacto.
Me despido, no sin antes agradecer su apertura ante escabrosos asuntos y con la firme disposición por pronto volver a compartir con usted.
“Escribiendo la historia para el futuro”
Afectuosamente quedo a sus invaluables saberes.
Óscar Tamez Rodríguez
Alvarez y Lizcano, M. A. (2006 de 03 de 03). Masacra ex novio a familia. El Norte, pág. Local.
Cohen, S. (2002). Demonios populares y pánicos morales. Argentina: gedisa.
Flores, D. (01 de 02 de 2002). Anita y Julio se conocen en una fiesta. El Norte, pág. Seguridad.
Franco y Villegas, M. y. (18 de 01 de 2017). Un estudiante mexicano dispara contra sus compañeros y una profesora en un colegio de Monterrey. The New York Times, pág. Páginas dedicadas a América Latina en su portal.
mikemarroquin.blogspot.mx. (23 de 03 de 2017). Obtenido de http://mikemarroquin.blogspot.mx/2014/04/el-infanticidio-que-marco-monterrey-el.html
Reyes, D. (18 de 01 de 2017). Muere menor que dispara en el colegio. El Norte, pág. local.
S/Datos. (23 de 03 de 2017). El Norte. Obtenido de www.elnorte.com: http://www.elnorte.com/aplicaciones/articulo/default.aspx?id=1073372&v=5
